sábado, febrero 24, 2018

El olvidado

Se lo encuentra fácilmente en cualquier calle
aunque a veces tenga un nombre, jamás un carné,
tiene rostros parecidos aunque nunca iguales,
el olvidado peregrina solo y siempre a pie.

Te lo topas a diario aunque no percibas
que te observa y se imagina cómo fuera
si por los albures del destino y de esta vida
cambiar pudiera sus andrajos por tu seda.

No le quedan a su lado ni amigos ni doncellas,
lo acompañan en su viaje un fiel perro y sus penas,
su comida solo es suya cuando sobra de la ajena,
siempre sueña optimista cobijado por estrellas.

Su cordura ya no es ni pizca de lo que antes era,
hoy delira cuando el inclemente sol lo alcanza,
por las noches se tropieza con alguna remembranza
de cuando el olvidado era simplemente un don cualquiera.

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