Quisiera saber cuál es tu secreto
para que te sea tan fácil la ausencia
de unos besos que rompan la espera
de contar con tu bendita presencia.
Aunque digas que me amas con locura
tal parece que te han inoculado
con una infame y gélida cordura
digna de un aburrido letrado.
Me hierve el alma por ir a buscarte
a pesar de que soy un desalmado
mas hoy tengo miedo de encontrarte
ya sin ser la mujer que he amado.
Qué perverso es siempre el destino
por hacernos confiar en amores
que empiezan siendo un buen vino
y terminan siendo zafios licores.
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